CJ Ramone, el exbajista de The Ramones, será parte del festival en el Foro Indie Rocks de la Ciudad de México el 23 y 24 de febrero.
CJ Ramone, el exbajista de The Ramones, será parte del festival de música que el Treasure Club Internacional de Nueva York organizará en el Foro Indie Rocks de la Ciudad de México el 23 y 24 de febrero.
CJ Ramone & The Fast Movers, Promiseland y Flasyd serán los protagonistas del primer día, mientras que el 24 de febrero, contará con actuaciones de Fran Healy, Tchotchke, The Shelter y una after party con Jonathan Toubin.
Platicamos en exclusiva con CJ Ramone, cuyo nombre de pila es Christopher Joseph Ward y quien fuera el bajista que sustituyó a Dee Dee y nos contó anécdotas entrañables de su paso por los Ramones.
Existe un trend en TikTok en el que los integrantes de una banda se burlan de algo que ha sido constante entre los músicos, que a los bajistas nadie los escucha, ¿te han hecho bullyng alguna vez?
(Risas) En mi caso ha sido lo opuesto, los cantantes y los guitarristas son quienes tienen los egos más grandes, siempre quieren estar al frente y recibir toda la atención. Yo no, me gusta permanecer en las sombras, para que sean los demás quienes peleen por sus egos y su necesidad de ser los que brillen. A mí me enorgullece ser parte de un equipo, eso es todo.
Viajemos en el pasado, ¿recuerdas cómo fue tu primera audición con los Ramones?
Un amigo que era baterista de Mickey, el hermano de Joey, me dijo que los Ramones buscaban un bajista, que esa misma noche habría una audición en su estudio de Manhattan.
Yo estaba en el ejército, en los Marine Corps, y tenia que regresar a la base en un par de días, pero concluí que sería muy cool conocer a los Ramones, tocar con ellos y pasar un rato con una de mis bandas favoritas.
No tenia ningún tipo de expectativa, pero me sentía muy nervioso. Yo sólo quería conocer a los Ramones. La verdad es que entrar a su lugar de ensayo fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida.
Cuando regresé a mi casa, le llamé a todos mis amigos para contarles que había tocado con los Ramones. ¡Sí, hice un jamming con los Ramones!
Recuerdo que ese día me acerqué a Johnny para decirle que era su fan desde hace mucho tiempo; a Marky, mucho gusto, hermano, soy Chris Ward y creo que vamos a tocar un par de canciones juntos.
Recuerdo que hablamos muy poco, pero cuando empezamos a tocar apareció Joey. Después de darle una vuelta a las canciones, apoyé mi bajo en el suelo, me acerqué a Joey para presentarme y decirle que mi amigo Frank era el baterista de su hermano Mickey y eso me ayudó a romper el hielo, platicamos un poco. También conocí a su road manager, Monty Melnick, que fue quien me dijo: “gracias por venir”.
Llegué a casa, le llamé a todos mis amigos y pensé que eso es lo más lejos que llegaría, pero después me telefonearon para pedirme que volviera para audicionar un poco más.
Una vez que ya eras parte de los Ramones, ¿cuándo te percataste realmente del tamaño del grupo?
Bueno, como te decía, yo ya era fan antes de audicionar, pero tampoco era una banda que recibiera un gran apoyo de la radio o vendiera millones de boletos. Pero eso no significaba que para mí no fueran la mejor banda del mundo.
Creo que mi momento de revelación sucedió en Suiza, en el Liaison Festival, fue la primera vez que me planté delante de una audiencia enorme y que sentí ese cariño desbordado que la gente tenía por los Ramones.
Después, hicimos una gira por estadios con U2 en España, nosotros como abridores; y, al día siguiente, los periódicos decían que los Ramones no deberían ser un acto de apoyo.
Por alguna razón, los Ramones eran muy grandes en Latinoamérica, en países como Argentina o Brasil, no se diga en España o en México.
Hubo un momento en que había cuatro bandas enormes en Argentina: Guns n’ Roses, U2, The Rolling Stones y The Ramones.
A propósito, ¿sabías que en México existe un Museo de los Ramones?
¿En serio? ¡Wow! ¡Qué loco! ¿Dónde está?
En Ecatepec, una de las zonas marginales de México, pero con gran tradición en el punk.
Ignoro si fue por nuestro sonido o por las letras, pero muchos chicos de sitios marginales siguen a los Ramones, con lo que yo me identifico, porque también fui un chico que provenía de un sitio muy humilde. Por eso, los Ramones eran mis héroes, y sigue siendo así, porque en cada nueva generación que hay, siempre viene un chico que escucha a los Ramones.
Tienes discos muy buenos, como The Holly Spell, ¿no sientes celos de que tu historia con los Ramones opaque todo lo demás?
No, nunca, porque mi trabajo en solitario ha sido influenciado por los Ramones, ellos fueron quienes originaron todo lo demás, crearon un estilo y fue gracias que fui parte de esa banda que he podido hacer otras cosas. En realidad, les debo todo a los Ramones. Si no hubiera sido por ellos, mi vida sería distinta, porque antes de los Ramones ya era músico, pero si sigo siendo CJ es por los Ramones. No me molesta que comparen mis discos con los de los Ramones.
No soy Dee Dee ni Joey, ellos sí eran grandes compositores de canciones. Eran auténticos poetas que escribían desde su corazón. Sentir celos de los Ramones serían tan tonto como si me dedicara a la pintora y compararan mi obra con la de Van Gogh.
¿Cómo se decidía quién cantaba una canción, entre Joey y tú?
Cuando hacíamos un disco, yo debía aprenderme todas las letras porque Joey no asistía a todos los ensayos. Así que yo tenia que grabar como cantante los demos, además de aprender la guitarra y el bajo. Esas cintas eran las que se le entregaban a Joey, y cuando a él le gustaba cómo sonaba con mi voz, me dejaba grabarlas. Casi siempre me tocaba cantar las que escribía Dee Dee.
Cuando los Ramones me dijeron que cantaría un par de canciones en Mondo Bizarro no lo podía creer, porque yo nunca había cantado en serio, sólo lo había hecho en mi banda de la secundaria.
En algunas revistas musicales hicieron comentarios acerca de mi voz, que parecía el cantante de Steppenwolf, pero era algo que a mí no me importaba siempre que a Johnny y Joey les gustara.
Es común que, con el tiempo, los integrantes de un grupo dejen de ser amigos, ¿cómo era la relación entre los Ramones?
Bueno, cuando yo llegué al grupo, ya tenían 15 años de historia y nunca dejé de ser su fan, así que pertenecer a la banda fue como sumarme a una pandilla.
Pero no me tardé en darme cuenta de que se trataba de un negocio y que las relaciones entre ellos eran complicadas. Johnny y Joey se odiaban, por lo que para mí era ser como un chico cuyos padres no se llevaban bien, cuando eran jóvenes se habían quitado novias y cosas así.
Pero al final, se respetaban como socios de negocios. Joey sabía que Johnny era mucho en los negocios y su energía era la que mantenía unida a la banda. A ver, cuando te llevas mal con un compañeros de trabajo, tienes que soportarlo por ocho horas, pero en este caso era otra cosa, cuando sales de gira con alguien durante 15 años te tienes que aguantar su olor y conocer todos sus secretos y soportar sus hábitos. ¡Hay matrimonios que no llegan a los 15 años juntos!
Pero sólo la comunicación y el entendimiento consiguieron que los Ramones estuvieran juntos por más de 22 años.
En mi caso, mi relación con ambos era distinta. Johnny era como mi maestro, mi mentor, me enseñó a lidiar con la industria de la música. Joey era mucho más mi amigo, fuimos juntos a clubes y conciertos, además de que dormí en su departamento.
Con Marky también pasé buenos momentos, vino a mi casa. Creo que al final, yo me llevaba muy bien con los tres, mejor de lo que ellos se llevaban entre sí.
Alguna vez me gritaron y pasamos por momentos complicados, pero siempre confiamos mucho el uno en el otro.
¿Cómo funcionaban las drogas y el alcohol?
Todo mundo estaba sobrio cuando yo llegué, ya no había drogas ni alcohol. Johnny podía tomarse una cerveza antes de los shows, pero ni Joey ni Marky no bebían ya.
Yo sí bebía y fumaba mariguana, pero nunca me pasé, sólo una vez permití que eso afectara mi desempeño en el escenario. Fue en Montreal, subí muy tomado a tocar y la cruda me duró varios dias. Pero el resto ya había resuelto sus problemas con las drogas, pero eso fue, de hecho, lo que hizo que Dee De ese fuera, que estaba drogándose demasiado.
Cuando llegué, fue la época en que el grupo giró más e hizo más dinero. Además, como yo venía de la milicia, estaba acostumbrado a seguir órdenes sin cuestionarlas. Así que me puse a trabajar.